Hace tiempo miraba un programa de televisión, de esos que llaman talk sh ow (placer culposo, lo siento), donde la gente hablaba sobre sus vidas pasadas. Sin mayor asombro pude comprobar una vez más los tópicos, los clichés de las personas que dicen conocer sus existencias anteriores. Una de las mujeres que allí se encontraba aseguró que había sido la reina Nefertiti, un hombre dijo que había sido prostituta en Francia durante la Edad Media, y una chica que había sido esclavo en la Grecia de Perícles. Me aburrió la falta de originalidad, y quizás, principalmente, la falta de cultura que alegremente se exhibía en dicho show. Porque la verdad es que siempre escucho las mismas historias de “regresiones”. Nadie, pero nadie pasa de Egipto, Roma, Grecia, la Edad Media, y el que más hace alarde de imaginación, se ubica en la improbable Atlándida, pero de ahí no pasan. Nadie ha sido un truchimán en el Egipto que vio llegar a Napoleón y su ejército en 1798. Nadie un simple vendedor de frutas en...