Amigos, el duque de Rocanegras y Príncipe de Austrasia fue un venezolano excéntrico que vivió a mediados del siglo veinte, durante los tiempos del General Gómez en aquella Caracas provinciana con decadentes aires parisinos que le dejara Guzmán Blanco. El duque, de nombre Vito Modesto Franklin, decía ser descendiente de Venus (la diosa, claro), y que era poseedor de una línea matemática de la elegancia que empezaba por su hermosísimo ombligo. Nunca sabremos si hablaba en serio o no, si fue un gran mamador de gallo o un loco exquisito. Eso sí, tuvo la amistad de los grandes humoristas de aquel entonces, entre los que se encuentran Job Pim y Leoncio Martínez. Por supuesto, alguien con tal ego (real o ficticio), tuvo a bien escribir sus memorias. Yo las copié, a mano, del único ejemplar que se encuentra en la sala de Libros Raros en la Biblioteca Nacional. Como no soy mala gente, deseo compartirlas con ustedes. Se las paso. Las voy a ir transcribiendo poco a poco, junto con una que otra información de interés que complete la información del singular personaje. No se pierdan estas memorias.
Para leerlas, este otro blog:
Comentarios
ese personaje siempre me ha parecido fascinante, confirma que la locura y belleza de Caracas fue desde siempre
Un abrazo
Gloria
Si este fuera un país serio, ya tendríamos 3 o 4 películas sobre el Duque de Rocanegras.