Ir al contenido principal

Las peripecias inéditas de Teofilus Jones (fragmento)


Entonces algo cambió. El ejército tomó las calles. Hubo tanques en todas las esquinas y botas en
todas las puertas.

Cada maniobra, cada acto, cada atropello y cada exceso, tuvo una razón de ser. Única, exclusiva, inextricable. Todo se justificó por la falta de lluvias, por la falta de agua, por el racionamiento, por el bien de la Nación.

La matanza de las mascotas, por la falta de agua; el horario reducido de la corriente eléctrica, por falta de agua; el cierre de clínicas, universidades, canales de televisión y de periódicos, por falta de agua; la barba y el uniforme, por falta de agua; la reubicación de los ciudadanos, por falta de agua; el racionamiento de la comida, por falta de agua…

No había argumento que pudiera rebatir semejante excusa.



________

Las peripecias inéditas de Teofilus Jones.
Fedosy Santaella, Alfaguara, 2009.

Comentarios

Israel Centeno dijo…
¿premonitorio, o la visión impecable del escritor?

realmente bueno, te felicito de nuevo, Fedosy
LuisCarlos dijo…
Fedosy, lo compré ayer y empecé a leerlo. Estoy encantado. El libro me tiene con ganas de no terminarlo para no verme obligado a prestarlo a mi novia. Es que podría abrir una página y leerla en la radio como la noticia de hoy.
Respóndeme una pregunta, ¿en qué fecha lo escribiste? No podía creer que empecé a leer el libro justo cuando iniciaba oficialmente el plan de racionamiento y la luz parecía de arbolito.
Teófilus es el héroe que pasa la censura de la ley contra juegos bélicos, vamos a ver si pasa las otras.

Toda mi admiración
Estimado Luis Carlos:

Gracias por leer, y espero que disfrutes hasta el final. Pues esa novela está escrita hace tiempo ya. Para mí también fue una sorpresa todo el tema del agua y la electricidad. Aunque no sé si "sorpresa" sea la palabra. Ya nada sorprende.

Gracias una vez más.

Saludos.

Entradas más populares de este blog

Página de respeto

        Los libros, por lo general, llevan una hoja en blanco de primera página. Mire usted qué detalle: se le llama hoja de respeto o de cortesía. Nadie se detiene en ella. Creo que deberíamos hacerlo, tan sólo por un instante. Creo que deberíamos también, mientras vamos leyendo, estar conscientes de que, la primera página de ese libro es una página de respecto, de cortesía. Una página que calla. No importa el contenido, no importa la materia: todo libro que tenga esa hoja de respeto contiene la poesía. Esa hoja en blanco es la poesía, es la imagen perfecta de una revelación que no puede ser dicha con palabras. Lo que nos excede, lo que nos colma justo antes de la avalancha de las palabras. Los poetas lo saben. El buen poema está repleto de líneas de respeto. Y un buen libro de poemas abunda en páginas de respeto, de cortesía.

Historias que espantan el sueño en PROSOEMA

. Historias que espantan el sueño Editorial Alfaguara, Caracas, 2007. Ilustraciones: Pedro Aguilar. Este libro está compuesto por siete cuentos, varios de ellos, magistrales muestras de literatura de terror para niños y jóvenes. Me referiré especialmente a cuatro de estos relatos que hacen que su lectura se disfrute en verdad: "Yoamoatodoelmundo dice", "La playa solitaria", "El escondite con los risitas" y "La niñera mala". En el primero de tales cuentos, un niño conoce mediante el Chat a alguien que se identifica como Yoamoatodoelmundo. Con quien se oculta tras ese nombre inicia una relación epistolar de amor/odio que lleva a un final parecido a una de las más escalofriantes leyendas urbanas generadas por Internet: la de la doncella ciega (Blind Maiden). Tanto el desarrollo del relato, como su final, han hecho a muchos de sus lectores jóvenes perder el sueño y a muchos padres de éstos reclamar a la editorial por su publicación y a algunas docent...

UN VAMPIRO EN MARACAIBO, HUMOR Y TERROR DEL SIGLO XXI

Disculpen la poca profundidad con que voy a empezar, pero no me aguanto las ganas de decirles que en esta novela hay una redada de burros. Sí, una redada policial, donde los burros no son los policías (aunque pudiera ser), sino donde estos mentados hombres de ley cercan, atrapan, arrinconan a unos burros pensando que atraparán a un brujo fugitivo que se transformó, precisamente, en jamelgo. Nada más cuando conocemos el título del libro, nos nace de inmediato una sonrisa cómplice. Uno dice: “No ya va, acá hay algo que no está bien. ¿Qué carajos tiene que ver un vampiro con una ciudad donde el sol y el calor son parte fundamental de la vida de sus ciudadanos, incluso de noche?”. Con Un vampiro en Maracaibo (Alfaguara, 2008), Norberto José Olivar ha unido mundos aparentemente incongruentes. De allí que su título nos extrañe y al mismo tiempo nos arranque esa sonrisa sabrosa: Los vampiros y Maracaibo son dos mundos contrarios, y quizás por eso, porque son dos mundos de remotísima o nula ...