Vuelve el duque de Rocanegras, hablando -por supuesto y exclusivamente- de su donaire venusino.
Como siempre ha sido un placer transcibirle. Por cierto, noto que el duque habla en el encabezado de su pies de loto, y luego no los nombra. Ignoro si se trata de un error del libro, si el duque le dio flojera escribir largamente o si al copiar directo del libro y a mano, tal como ya saben, mi vista ha brincado esta parte y los pies han quedado fuera. Espero volver en un futuro no muy lejano a la Bliblioteca Nacional para aclarar este misterio.
Que lo disfruten, pues...
Comentarios
Como todos los días, entro a tu blog para disfrutarlo, deleitarme con tus escritos y analizar tus comentarios, humorísticos, sarcásticos y reales. Hoy, como ayer, los he extrañado. Una se acostumbra a lo bueno.
Cariños,
Olga Cortez Barbera