La gente, hoy en día -o por lo menos la gente en las redes-, parece tener muy en claro qué es absolutamente bueno y qué absolutamente malo en la música, el cine y la literatura. Pareciera no haber una comprensión amplia del fenómeno que se comenta y que absurdamente, además, termina siendo « discutido » o « debatido » o simplemente comentado ferozmente. Y no, no hablo de la peligrosa relatividad. Hablo de las justas medidas, del valor que cada cosa tiene en un contexto dado, de la riqueza que se encuentra en la diversidad, la diferencia o en el contraste. Relativo resulta más bien el juicio que nace de la radicalización arbitraria del gusto: esto es lo mejor, esto es lo bueno y esto es lo malo porque yo lo digo, y no me importa nada más, al carajo tú. Con frecuencia me ha parecido que tales juicios o verdades binarias provienen de la ignorancia y de una patética superficialidad llevada por la moda, por lo cool . En las redes eliminamos músicos y escritores porque nos parec
Me gustan las islas en la poesía de Rafael Cadenas. En varios poemas está su imagen, la metáfora de la isla. De 1958 es el poema “Una isla”: Vengo de un reino extraño, vengo de una isla iluminada, vengo de los ojos de una mujer. Desciendo por el día, pesadamente. Música perdida me acompaña. Una pupila cargadora de frutos abandonados se adentra en lo que ve. Mi fortaleza, mi última línea, mi frontera con el vacío ha caído hoy. Acá el reino, la luz, la mujer y sus ojos, que también se han hecho los ojos del poeta y que así va, a través de la calles, iluminado, poseído de esa isla/mirada que lo lleva al vacío que, se me antoja, no es de su total rechazo. Se sabe que el poeta escribió estos versos estando en Port Spain. De aquellos años en su poesía hay muelles, palmeras, paisajes ultramarinos, mares, arena, islas que respiran. En “Fragmentos”, otra isla dice así: Isla, negro pájaro, llama incesante, viaje a donde